La soledad sin
duda es un estado que el ser humano en algún momento añora demasiado, sin
embargo, llega un momento en que dicha situación es incomoda, pues, la compañía
empieza a hacer falta.
Un ser solitario
se convierte poco a poco en una persona introvertida, pierde gratos momentos
que puede tener al estar con alguien, aunque cabe destacar, que la soledad es
buena para aquellos que deseen conocerse internamente.
Cuando se está
solo, la mente maquina a toda velocidad, empieza a recordar todo, lo bueno, lo
malo, lo triste y lo alegre, por lo que es un estado de sedentarismo que lo único
que nos puede dejar a lo largo del camino es más soledad, amargura y en algunos
casos rencor al recordar situaciones del pasado.
Lo contrario a
lo anterior sería la compañía, que a pesar de ser buena,
hay momentos en que ciertas personas aburren y necesitamos espacio, pero para
eso existe la comunicación, antes de aferrarte a una vida en solitario, aprende
a comunicar lo que sientes o lo que piensas, no te quedes con alguien solo por
simpatizar, sino porque su compañía sea realmente satisfactoria para ambos.
Nada mejor que compartir intereses con una persona, reír, llorar, caminar,
discutir, cocinar e intimar con alguien…
El estar solo,
según muchas personas entre ellos religiosos, incita al pecado, pues, de la
soledad deriva el ocio y de este último muchas ideas que te pueden amargar o
alegrar la vida, todo depende de lo que hagas. (Casi todos actos pecaminosos
jajaja)
Las relaciones
en pareja (noviazgo o amistad) son excelentes, porque son la mezcla de
comunicación – compañía – espacio, aquí la soledad no tiene terreno, porque al
no estar juntos (aún a la distancia) no implica estar solo, y menos hoy en día
con toda la tecnología que se tiene a disposición… Comunicación, porque siempre
debe existir en cualquier relación, sea cual sea, pues, es lo que ayuda a
entender lo que piensa la otra persona, a solucionar discrepancias, entre otras
situaciones. La compañía es obvia, en un noviazgo las personas conviven en un
50% y el otro 50 con amistades (aunque a veces sea un 80 / 20, siendo la proporción
menor con los amigos).
La amistad, sin
duda es el mejor estado, situación o regalo que la vida le puede dar alguien,
un ser sin amigos es como una persona sin familia, es difícil vivir así; pues,
los amigos se convierten en esa familia que simplemente escoges; te enseñan el
valor de la lealtad y a saber identificar quién es realmente un amigo para
diferenciarlo de un conocido.
Muchas concepciones
de autores reconocidos por sus frases motivacionales indican que: “los amigos
son aquellos que están en las buenas y en las malas, pero más en éstas últimas”,
para mí, serían aquellos que a pesar de la distancia y el tiempo, te mantienen
en sus pensamientos y aun cuando no te escriban o llamen, están pendientes de
lo que pasa contigo; no aquellos que están siempre a tu lado. Es necesario
saber distinguir amigos, de conocidos o interesados, muchas veces existen más
de éstos últimos por la necesidad de estar acompañados… (Aquí se le puede dar
cabida a la frase de “mejor solo que mal acompañado”).
YO SIN DUDA, ME QUEDO CON LA COMPAÑÍA.